21 dic 2015

NUEVA TABLA DE MORTALIDAD DE SBS CONTEMPLA EDAD DE 120 AÑOS PARA PENSIONISTAS DE AFPs Y ASEGURADORAS

Tabla publicada por SBS que fue suspendida, era sólo transitoria  y  contemplaba edad de 110 años



NUEVA TABLA DE MORTALIDAD DE SBS CONTEMPLA EDAD  DE 120 AÑOS PARA PENSIONISTAS DE  AFPs  Y ASEGURADORAS

Consultora que elaboró tablas reconoce que datos entregados por AFPs  y compañías de seguros eran muy deficientes.

El congresista Yonhy Lescano, Vicepresidente de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social del Parlamento, declaró que el estudio que contrató la Superintendencia  de Banca y Seguros con la consultora española Deloitte para elaborar las nuevas tablas de mortalidad en base a las cuales se pagarán las pensiones a los afiliados de las AFPs, es un estudio que propone la tabla denominada TASPE 2012 para personas con un horizonte de vida de 120 años; y  lo que publicó la SBS hace algunas semanas que es la Tabla denominada TAP 2012, que contempla un horizonte de vida de 110 años, en realidad,  sólo era una tabla transitoria. Vale decir, si esta última tabla provocó una protesta generalizada que obligó a la SBS a dejarlas sin efecto, ya que aumentaban la esperanza de vida de los hombres de 81 a 87 años, y de las mujeres de 84 a 90 años, es decir, a niveles mayores que Japón y la Unión Europea, con un impacto negativo en las pensiones que pagan las AFPs, reduciendo su monto promedio a menos de S/. 900 mensuales; con la tabla TASPE 2012 –que son las verdaderas tablas propuestas por Deloitte con su horizonte a 120 años- esta situación se hubiera agravado aún más, provocando el pago de pensiones por debajo de los S/. 700 a cargo de las AFPs y de las compañías de seguros.  Al mismo tiempo, hubieran provocado que estas empresas hagan reservas mayores, y retengan por más tiempo el dinero de los afiliados, en su beneficio directo, que era en realidad, el objetivo real de las nuevas tablas.

Ahora bien, encargar el oneroso estudio  a la consultora Deloitte era innecesario,  ya que en este mismo  documento se reconoce que el INEI construye tablas de mortalidad (página 20 de este estudio). De hecho uno de los documentos claves usados por Deloitte para construir sus tablas de mortalidad, y citados expresamente en su documento es el informe “Mortalidad en Perú-Lima 2009 INEI-Guillermo Vallenas (página 20 del estudio de Deloitte), donde esta entidad nacional describe los fundamentos técnicos para la elaboración de tasas futuras de longevidad hasta el año 2050. ¿Entonces qué necesidad había de contratar a una consultora extranjera con honorarios altísimos?

De otro lado, el estudio de Deloitte adolece de  serias fallas que se señalan en el estudio mismo y que son las siguientes :
1    Las bases de datos recibidas de las AFPs y de las compañías de seguros tienen deficiencias (página 156 del estudio).

2   Se  indica serios problemas que tienen las bases de datos para el cálculo de las tablas (página 157 del estudio).

3   Se indica que “alguna aseguradora no realiza control de supervivencia, por lo que se está sobrestimando la longevidad” (página 161 del estudio).

4    Se ha calculado el factor de mejora (de longevidad) en base a los censos poblacionales del INEI a partir de 1950 (páginas 20 y 21 del estudio); sin embargo la tabla TAP 2012 publicada ha calculado tasas retrocediendo hasta el año 1890. ¿De dónde ha sacado los datos poblaciones de 1890 a 1954? Lo que ha hecho es usar simplemente modelos matemáticos que tienen poca o ninguna relación con la realidad poblacional  del Perú.

5    Para después de 1950, el estudio de Deloitte a efectos de calcular las mejoras de longevidad, ha utilizado información censal de la población peruana recogida por la CEPAL. En esta información censal la CEPAL considera una edad límite de 100 años (a partir del año 1980); sin embargo Deloitte ha extrapolado con ligereza estos datos y ha construido una tabla de 120 años (página 21 del estudio de Deloitte).

6    Al dudoso resultado de incremento de la longevidad de los peruanos  según el estudio de Deloitte, esta consultora realizó un “recargo por fluctuación aleatoria”, por “riesgo de error” y por “fallecimientos no comunicados” que fluctúa entre  20% a 35% sobre el resultado conseguido con el argumento  de que se hace en “otras experiencias” al construir tablas de mortalidad (página 34 del estudio de Deloitte).

Diciembre del 2015